Deseos de cosas imposibles

Que fuerte me parecen algunas cosas. En serio, me encantaría ser como Samantha de Sexo en NY. Ella cuando quiere algo va, lo coge y después pregunta. Que me ha pasado¿? Yo antes era así! Me ha entrado algún virus¿?
Quizás me han contagiado el miedo crónico al NO. De verdad que esto no puede ser.

He de retomar mi viejo yo y pasar de lo que diga la gente, debería preocuparme solo por mi y por lo que me apetece, pero en lugar de eso que hago¿? Preocuparme por cosas que deberían darme igual.

Joder, al final después de todo lo que he pasado, es como si me colocase yo sola en un segundo plano y nunca me ha gustado estar en un segundo plano. Que estoy haciendo¿? En serio, alguien me lo puede decir¿?

Hoy tengo un día tonto, supongo que debe ser eso, ya que tengo la sensación de que algo en mi esta fallando, me siento bultito, vulnerable y no para de recordar cosas que me ponen triste, supongo que debe ser el síndrome menstrual, ósea que asco! Hay días que odio profundamente ser mujer y creo que moriré en el intento.

Es como si el cosmos se hubiese reunido en sesión extraordinaria para decir cuando debo tener un día bueno, un día malo o solo un día.

Hoy solo puedo pensar en esta canción:



Igual que el mosquito más tonto de la manada,
yo sigo tu luz aunque me lleve a morir,
te sigo como les siguen los puntos finales,
a todas las frases suicidas que buscan su fin.

Igual que el poeta que decide trabajar en un banco,
sería posible que yo en el peor de los casos,
le hiciera una llave de judo a mi pobre corazón,
haciendo que firme llorando esta declaración:

Me callo porque es más cómodo engañarse.
Me callo porque ha ganado la razón al corazón.
Pero pase lo que pase,
y aunque otro me acompañe,
en silencio te querré tan sólo a ti.

Igual que el mendigo cree que el cine es un escaparate,
igual que una flor resignada decora un despacho elegante,
prometo llamarle amor mío al primero que no me haga daño
y reír será un lujo que olvide cuando te haya olvidado.

Pero igual que se espera como esperan en la Plaza de Mayo,
procuro encender en secreto una vela no sea que por si acaso,
un golpe de suerte algún día quiera que te vuelva a ver,
reduciendo estas palabras a un trozo de papel.

Me callo porque es más cómodo engañarse.
Me callo porque ha ganado la razón al corazón,
pero pase lo que pase,
y aunque otro me acompañe,
en silencio te querré tan sólo...

Me callo porque es más cómodo engañarse.
Me callo porque ha ganado la razón al corazón,
pero pase lo que pase,
y aunque otro me acompañe,
en silencio te querré,
en silencio te amaré,
en silencio pensaré tan solo en tí.